MEDICINA SEXUAL EN LAS ENFERMEDADES PROSTÁTICAS

La próstata es una glándula productora de secreciones blanquecinas y alcalinas que brindan estabilidad, protección y nutrición a los espermatozoides. La próstata forma cerca del 30% del
líquido eyaculado y su actividad está regulada por la testosterona (hormona masculina). La próstata no deja de funcionar nunca, salvo cuando es retirada totalmente. Por eso es importante saber que, pueden presentarse tres tipos de enfermedades prostáticas:

  1.  La inflamación: llamada Prostatitis, puede aparecer a cualquier edad y es generalmente de origen infeccioso o congestivo. Esto significa que si la próstata recibe bacterias en su tejido y el varón no tiene eyaculaciones frecuentes, es probable que presente síntomas parecidos a los de una infección urinaria. Por ejemplo, orinar con frecuencia sobre todo en las mañanas, ardor al orinar o eyacular, pérdida de orina (urgeincontinencia), sensación de haber vaciado incompletamente la vejiga, mal olor en la orina y/o en el semen, dolor pélvico o de la punta del pene. El diagnóstico es
    difícil y sólo un tercio de pacientes puede ser diagnosticado por la dificultad que implican los estudios de semen. Los tratamientos suelen ser prolongados y podrían incluir varios medicamentos.
  2. El crecimiento benigno: llamado también Hiperplasia Prostática, ocurre en todo varón mayor de 40 años. Este tumor es benigno y no se convierte en cáncer; tampoco es una inflamación. En muchos varones este crecimiento puede obstruir la vejiga y provocar síntomas de retención urinaria tales como chorro débil, demorado, intermitente; esfuerzo para orinar y goteo. Con los medicamentos desarrollados actualmente, se ha reducido en gran medida en número de pacientes que tienen que operarse. La decisión quirúrgica no se relaciona directamente con el tamaño del tumor prostático, pero sí con la cantidad de orina retenida. Habitualmente un residuo mayor del 20% ya se considera alterado y requiere tratamiento medicamentoso. Pero un residuo mayor del 30% podría considerarse suficiente como para valorar el tratamiento quirúrgico.
  3.  El crecimiento maligno: conocido como Cáncer Prostático, tiene un gran componente hereditario, pero también se ha descubierto que tiene relación estrecha con los problemas metabólicos como la obesidad, la diabetes y los altos niveles de colesterol en sangre. Estudios recientes muestran una estrecha relación entre las alteraciones genéticas que provocan el cáncer y la falta de eyaculación. Los investigadores sugieren que los varones que eyaculan menos de cuatro veces por semana están expuestos, en mayor grado, al cáncer prostático y a las lesiones pre malignas. La eyaculación frecuente (masturbación) debe considerarse como parte de la higiene diaria.
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