CON EL SEXO EN CUARENTENA: EL PENE LASTIMADO

Una consulta muy frecuente en estos dos últimos meses ha sido la de pacientes con lesiones en el pene. Muchos de ellos refieren que les ocurre por primera vez, otros han presentado un agravamiento de lesiones previas.

Tienes que saber que el pene es un órgano que se defiende muy bien. Tiene una capa protectora con doble función, permite una gran sensibilidad al mismo tiempo que es muy resistente. Por ejemplo, la acidez vaginal, en condiciones normales no tiene razón de lesionarlo. La alcalinidad del líquido seminal, tampoco resulta agresiva cuando la capa protectora del pene está intacta. Lo cierto es que el pene empieza a lastimarse cuando ha sufrido agresiones permanentes a su capa de protección. Esto sucede cuando el varón eyacula insuficientemente. Por lo tanto, todos los líquidos mucoides producidos por las glándulas seminales (bulbouretrales, próstata, vesículas seminales), al estar retenidos por mucho tiempo, se vuelven agresivos para el tejido del pene. Inclusive la pareja se queja de ardor vaginal cuando ocurre la eyaculación. Suele ser frecuente infección vaginal recurrente debido a que, la excesiva alcalinidad del líquido eyaculado favorece el crecimiento de bacterias infecciosas en la vagina. A la par con este cambio en el medio del líquido eyaculado, también ocurre un incremento de la producción de células inflamatorias o leucocitos que, puede o no, estar asociado a una infección oculta.

Es entonces cuando otros virus, bacterias y hongos, aprovechan y producen sus lesiones en el pene. Por lo tanto, debe recordarse que las lesiones van a ocurrir cuando la agresión, de larga evolución, ha logrado destruir la capa protectora del pene. 

Habitualmente, las lesiones pueden ser vesiculares (ampollas), papulosas (bultos rojos), úlceras o heridas (sangrantes o no), pustulosas (como espinillas) o enrojecimientos con secreción abundante y grumosa (esmegma o pus). A veces, las alergias a algunos medicamentos o picaduras de insecto causan lesiones en el pene que se confunden con procesos infecciosos. Puede haber dolor intenso, inclusive al orinar y al contacto con el agua. El médico indicará un cultivo de las secreciones presentadas y dependiendo del diagnóstico microbiológico, será el tratamiento. Muchas veces para el diagnóstico de algunas enfermedades virales, habrá que tomar muestra de sangre o una biopsia.

Lo peor que puede hacer un varón en estos casos es creer que se va a curar solo, aplicarse yodo o alcohol. El riesgo de automedicarse o ponerse cremas indiscriminadamente, es empeorar aún más el tejido lesionado. Tampoco están indicadas las cremas ginecológicas vaginales para el pene lastimado. 

A manera de prevención, es recomendable usar un jabón líquido suave y secarse bien después del baño y de orinar. Una vez concluída la relación sexual, el varón debe orinar y lavarse con abundante agua, aún cuando hubiere usado preservativo. La eyaculación frecuente, con o sin pareja, es el mecanismo más eficiente de higiene de las glándulas seminales.

Algunas veces, las lesiones son tan extensas que he debido interconsultar con un dermatólogo especialista. En conclusión, si ya tienes una de las lesiones descritas, debes consultar a un médico y no pretender resolver un problema que puede tornarse muy grave y difícil de tratar.

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